Mujer de motel


Mujer de hotel

Mujer de motel

No se por que escribo estas letras
a tanto tiempo de haberte amado, pues me duele aun la herida que me hiciste en donde un día estuvo mi corazón.

No eres mas que una mujer de motel, y lo sigues siendo, regalando tus caricias a quien ofrezca algo de lo que buscas día a día, vendiendo el calor de tu piel a desconocidos.

Cuando entraste a mi vida no eras esa mujer de motel que ayer me confesaste ser, eras una bella mujer que un día necesito la protección de un antiguo guerrero.

No sabes cuanto me dolió en el alma saber que
te convertiste en una mujer de motel,
de aventuras de placer torpe en
un trueque no tan discreto
en una vida cada vez mas vacía.

No disfrute de tu piel, ni el aroma de tu
cuerpo pues no acostumbro las
mujeres de motel, ni las aventuras de
una noche, aun cuando fui tu amigo.

No se por que me dolió y sigo recordándote,
si no mereces de mi el tiempo, ya que sigues
siendo y seras, una mujer de motel,
de placeres vacíos y pasajeros de
encuentros de una noche.

Eras solo una mujer de motel, de camas
pasajeras y aunque ahora estés
lejos de las calles y tengas un solo amante, un
solo cliente, el pasado siempre te alcanzara,
no importa cuan lejos huyas.

Pues eres y seguirás siendo
una mujer de motel.